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-No lo s�, todav�a no lo he visto.
Durante alguno minutos, la vieja pensó en levantarse de la mesa. La soledad del
desierto enloquec�a a las personas. Pod�a ser tambi�n que aquel hombre se estuviese
burlando de ella, intentando pasar el rato.
Sintió ganas de preguntar de donde era aquella pareja, y que hac�a en un lugar
como Ajo. No consegu�a identificar el extra�o acento.
 Talvez vengan de M�xico , pensó. Pero no parec�an mexicanos. Lo
preguntar�a cuando surgiese la oportunidad.
-no s� si se est�n burlando de mi  dijo ella-, pero, como dije antes, mi muerte
est� cerca. Puedo durar otros cinco, diez, veinte a�os; sin embargo, con est� edad la
gente acaba entendiendo que va a morir.
-Tambi�n yo se que voy a morir  repuso Chris.
-No, no como lo sabe un viejo. Para usted, la muerte es una idea remota, que
puede ocurrir un d�a. Para nosotros, es algo que puede venir ma�ana. Por eso, muchos
viejos pasan el tiempo que les queda mirando solamente en una dirección: el pasado. No
es que les guste mucho los recuerdos, pero saben que all� no van a encontrar lo que
temen.
 Pocos viejos miran al futuro, y yo soy uno de ellos.
Cuando lo hacemos, descubrimos lo que el futuro realmente nos reserva: la muerte.
Paulo no dijo nada. No pod�a hablar de la importancia de la conciencia de la
muerte para los que los que practican la magia. La vieja se levantar�a de la mesa si
supiese que el era un mago.
-Por eso, me gustar�a creer que est�is hablando en serio. Que los �ngeles existen
 contin�o ella.
-La muerte es un �ngel  dijo Paulo -. Yo ya lo he visto dos veces en est�
reencarnación , pero muy r�pidamente no pude ver su rostro. Sin embargo, conozco a
personas que ya lo han visto y otras que han sido transportadas por el, y que me lo
contaron despu�s. Estas personas dicen que su rostro es bonito, y su toque es suave.
Los ojos de la vieja miraron fijamente a Paulo. Ella quer�a creerlo.
-�Tiene alas?
-Esta formado de luz  reepisodio �l -. Asumir� la forma que acaba uno le ser�
m�s f�cil para recibirlo, cuando llegue el momento.
La vieja permaneció alg�n tiempo callada. Despu�s se levanto.
-He perdido mi miedo. Acabo de rezar en silencio, y he pedido que el �ngel de la
muerte tenga alas cuando venga a visitarme. Mi corazón me dice que ser� escuchada .
le dio un beso a cada uno. No ten�a importancia saber de donde ven�an.
-Fue mi �ngel el que os env�o. Muchas gracias.
Paulo se acordó de Took. Ellos tambi�n hab�an sido instrumentos del �ngel.
Cuando el sol comenzó a bajar, fueron a una monta�a situada cerca de Ajo. Se sentaron
mirando al este, esperando a que naciese la primera estrella. Iniciar�a la canalización
cuando eso ocurriese.
Lo llamaban  contemplación del �ngel. Era la primera ceremonia creada
despu�s del Ritual Que Destruye los Rituales barrió las anteriores.
-Nunca te pregunte porque quieres ver a tu �ngel
-Dijo Chris mientras esperaban varias voces que no ten�an la menor importancia.
Su voz sonaba irónica. Ella fingió no darse cuenta.
-Vale. Entonces, esto es importante para ti. Expl�came por qu�.
-Ya lo cont� todo el d�a del encuentro con Vahalla
-Respondió.
-T� no necesitas un milagro  insistió ella -. T� quieres satisfacer un capricho.
-No existen caprichos en el mundo espiritual. Lo acepto o no.
-�Y entonces? �No has aceptado tu mundo? �O todo lo que dijiste era mentira?
 Debe de estar acord�ndose de la historia de la mina , pensó Paulo. Era dif�cil
responder, pero iba a intentarlo.
-Yo ya he visto milagros  comenzó -. Muchos milagros. Incluso ya hemos visto
algunos milagros juntos.
Vimos a J abrir agujeros en las nubes, llenar de luz la oscuridad, cambiar cosas
de sitio.
 Ya me has visto adivinar ciertos pensamientos, hacer que sople el viento,
practicar rituales de poder. He visto que la magia funciona varias veces en mi vida, para
bien y para mal. No tengo dudas al respecto.
Hizo una larga pausa.
-Pero tambi�n nosotros nos acostumbramos a los milagros. Y siempre
necesitamos m�s. La fe es una conquista dif�cil, que exige combates diarios para
mantenerla.
La estrella iba a aparecer, tenia que acabar r�pido la explicación. Pero Chris la
interrumpió.
-As� ha sido nuestro matrimonio  dijo -. Y yo estoy exhausta.
-No entiendo. Hablo del mundo espiritual.
-Razón por la que consigo entender de lo que hablas es porque conozco tu amor
 explico-. Llevamos juntos mucho tiempo y, despu�s de los dos primeros a�os de
alegr�a y de pasión, cada d�a paso a ser un desafió para mi. Ha sido muy dif�cil mantener
la llama del amor encendida.
Se arrepintió un poco de haber sacado el tema, pero ahora ir�a hasta el final.
-Una vez me dijiste que el mundo se divid�a en entre los agricultores, que aman
la tierra y la cosecha, y los cazadores, que aman los bosquejes oscuros y las conquistas.
Me dijiste que yo una agricultora, como J., que surcaba el camino de la sabidur�a a
trav�s de la contemplación.
 Pero que estaba casada con un cazador.
Su cabeza funcionaba r�pido, no pod�a parar de hablar. Tenia miedo que la
estrella apareciese.
-�Que dif�cil fue, y es, estar casada contigo! Tu eres como Vahalla, como las
Valkirias, que nunca est�n tranquilas, solo saben vivir la emoción fuerte de la caser�a,
de los riegos, de las noches oscuras en busca de presa. Al principió, cre� que no podr�a [ Pobierz całość w formacie PDF ]

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    Dawniej młodzi mężczyźni szukali sobie żon. Teraz wyszukują sobie teściów. Diana Webster

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